"La dificultad no debe ser un motivo para desistir sino un estímulo para continuar"

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Introducción del símbolo de la fe. Fray Luis de Granada. Comentario

Hola, querido amigo dokusha: En el Siglo de Oro español encontramos grandes místicos como Santa Teresa o San Juan de la Cruz, y escritores ascéticos como Fray Luis de León y el autor que hoy os dejo en esta faltriquera: Fray Luis de Granada con su Introducción del símbolo de la Fe… Pero, permíteme que antes de hablar de este libro, recorramos su vida… Verás, el que sería conocido como Fray Luis de Granada, Luis de Sarria, nació en esta ciudad en 1504. Era hijo de humildes y pobres panaderos gallegos y se convirtió, a lo largo de su vida, en uno de los más brillantes e influyentes maestros espirituales de la Contrarreforma Española. Desde muy pequeño quedó huérfano de padre y su madre, ya viuda, se vio obligada a recurrir a la mendicidad para sobrevivir. Más adelante fue tomado bajo la protección de los Mendoza, condes de Tendilla. Luis creció en la fabulosa Alhambra, hogar de los Mendoza, donde habría tenido acceso a los estudios de humanidades. A los diecinueve años decidió aceptar su vocación y hacerse predicador, solicitando ser recibido en el convento dominico de Santa Cruz la Real de Granada. Tras el período de probación, profesó en 1525. Finalizados sus estudios iniciales, en 1529, pasó al convento de San Gregorio de Valladolid, asumiendo el nombre de Fray Luis de Granada. Tras diversos avatares, como el frustrado viaje a tierras americanas como misionero, según era su deseo, se instaló a mediados de los treinta en la tranquilidad de la sierra de Córdoba,en la casa de Escalaceli, fundada por el venerado Álvaro de Córdoba, donde escribió su famosísimo Libro de la oración y meditación revisado finalmente en Évora (Portugal), donde se trasladó desde principios de 1551. El Libro de la oración y meditación apareció impreso en 1554, en Salamanca. La obra, cuyo valor ascético rivaliza con sus virtudes literarias, motivó la atención del Inquisidor General y el tratado fue puesto en el Índice español de 1559, aunque se siguió editando en el extranjero. Sin embargo, esta obra y su no menos valiosa y hermosa Guía de Pecadores, también incluida en el Índice español, fueron revisadas y aprobadas por el Concilio de Trento, y el papa Pío IV, probablemente a instancia de san Carlos Borromeo, por entonces Cardenal Arzobispo de Milán, gran entusiasta de la obra de Fray Luis y defensor de su enseñanza. Junto a su traducción romanzada del Contemptus mundi, hoy mejor conocido como la Imitación de Cristo, de Tomás de Kempis, en 1536, al que consideraba portador de “la ciencia de la salvación que nos induce a vivir y morir como verdaderos cristianos”, tradujo y anotó, en 1562, el Libro llamado Escala espiritual, de san Juan Clímaco. En 1557 fue elegido Provincial de Portugal. Al finalizar su período se entregó aún más a la vida de austeridad y de oración. En 1562 fue reconocido como Maestro de Sagrada Teología de la Orden de Santo Domingo, por su labor en la cátedra de los libros, y ratificado como tal, en 1564. Murió el 31 de diciembre de 1588 en la ciudad de Lisboa, en aquel tiempo bajo dominio español… La obra en la que puso mayor empeño fue, sin embargo, Introducción del símbolo de la Fe (Salamanca 1582-1585). Dividido en cinco partes, este tratado apologético sugerido por la contemplación de la naturaleza es su escrito más extenso. La primera parte es una descripción apasionada de las maravillas de la creación que se detiene minuciosa y delicadamente en lo minúsculo. Su elocuencia literaria y la profundidad emocionante de su fondo se centra, en efecto, en la atención a las cosas humildes; con una especie de franciscanismo íntimo lo aparentemente insignificante queda herido por su ternura expresiva y su apasionado discurso, como cuando habla de las telas que las arañas tejen para cazar a sus presas. La segunda y tercera partes, más doctrinales, exponen respectivamente la excelencia de la fe cristiana y el misterio de la rendición… La Introducción del símbolo de la Fe es un texto imprescindible para los estudios del catolicismo moderno, sobre todo para aquellos dedicados al ascetismo. Obra enciclopédica, compendia el saber propio del cristianismo hispánico que abraza la Península y el Nuevo Mundo. No obstante, fue un libro muchas veces observado: la Introducción del símbolo de la Fe fue, en efecto, uno de los libros más mencionados en las actas de los procesos inquisitoriales… Bueno, queridos dokushas, este es el hombre… y esa… su obra, obra que te dejo en esta faltriquera… Entonces, ahora sí, lee y disfruta…

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